Pies en el aire

Pies en el aire

lunes, 23 de diciembre de 2013



Allá por el mes de diciembre del año 2006 escribí para Runner's mi particular carta a Papá Noel. Como al releerla he visto que sigue vigente, volveré a pedir lo mismo.


CARTA A PAPÁ NOEL 

Dirección: Korvatunturi, Cerca de Rovaniemi 
Región: Laponia
País: Finlandia.

Querido Papá Noel:
Sabes que me gusta mucho correr y mi carta navideña gira siempre en torno a las mismas peticiones. Pero este año quiero cambiar, no te voy a pedir lo de siempre. Esta navidad quiero que mi chimenea se llene de quimeras.
Este año no te pido unas zapatillas nuevas, te pido unos pies ligeros, que vuelen sobre el suelo. Tampoco quiero el último modelo de pulsómetro, quiero esta vez un corazón fuerte, que suba sus pulsaciones sin medida con el esfuerzo y la ilusión cada día y baje con la recuperación, el descanso y la paz. Un corazón con pulsaciones alegres cuando en meta me cuelguen la medalla, o cuando sea mi rival el que espere mi llegada. Un corazón que acople sus latidos al ritmo de mis emociones corredoras.
Tampoco deseo un chubasquero para la lluvia, así ésta hará que en primavera y verano florezca mejor lo que sembré en invierno.
El año pasado te pedí buenas marcas, las hice y además conseguí los éxitos que buscaba y mas que no busqué; como sé que lo bueno ha de alternarse con lo no tan bueno, para así saber valorarlo más, este año te pido un buen libro de instrucciones para aprender a manejar bien los fracasos y las inevitables desilusiones que lleguen.
Sé que tampoco debo decirte que me traigas nuevos músculos y tendones para cuando los míos estén cansados, seguro que tu zurrón se llenará con deseos de este tipo, por eso solo quiero paciencia, para saber enfrentarme a los desaires de las lesiones y esperanza para tener la certeza de que mi mejor estado de forma volverá. La voluntad necesaria y sin límite, no te preocupes, ya la pondré yo.
No quiero otro ordenador, quiero un nuevo programa, para recuperar la ilusión cuando tiembla, y la seguridad cuando zozobra y a ser posible otro programa que al abrirlo, me marque paso a paso el camino para no caer nuevamente en los mismos errores. Dame también la dirección de un buscador, uno con el que encontrar las mejores sensaciones.
Un cronómetro querré que mida la ambición justa. Una mochila ligera que me permita llevar siempre conmigo sin esfuerzo, mis años y mis fantasías.
En fin, que el tiempo no me haga perder de vista los sueños, aunque no siempre se cumplan…
Ah! ¡Se me olvidaba, todo esto también lo quiero para mis amigos corredores!


Aurora Pérez (Publicado en Runner's World -Diciembre-2006)