Pies en el aire

Pies en el aire

viernes, 7 de noviembre de 2014

ZANCADAS DE COLORES


Por lento que sea tu avance el dibujo que quedará en tus recuerdos será siempre indeleble


Eres artista porque corres. Porque pintas zancadas con distintos colores. Porque tiñes paso a paso las sendas que recorres. Porque tus pies como pinceles marcan los trazos. Trazos suaves con tu tranco lento, trazos fuertes con tu paso rápido.
Utilizas los lápices para el barro o la ruta, dejando que de tus piernas salgan las mejores pinturas.
Tus cuadros son en ocasiones obscuros porque así es tu ánimo y la tormenta en el cielo embarra tus pasos o la tormenta en tu interior embarra tu espíritu, y a veces son luminosos si fue el sol quien guió tu carrera.
Pintas con los tonos que tiene tu ilusión o con los tonos que tiene tu tristeza.
En algún momento corres y los rasgos son inciertos e inseguros, en otros momentos tus zancadas surgen confiadas y seguras, firmes en la tierra, en el asfalto. De vez en cuando improvisas y una nueva coloración te sorprende. Tu particular pinacoteca encierra bocetos grises que otras veces devienen alegres, si tu entreno fue exitoso.
Pero igualmente más deprisa o más despacio, con colores brillantes o colores apagados siempre corres, sin encontrar a veces la forma de avanzar, la gama ideal para triunfar; sigues para que, como dijo el artista, “cuando la inspiración llegue te encuentre trabajando”, no vaya a ser que tus zancadas pierdan el perfil quedando desdibujadas por las vías que transitas y anulen los trazos por miedo a sufrir, por miedo a no saber dar con la tonalidad perfecta. Y sigues porque sabes que aunque a veces te amenacen líneas vacilantes, en cualquier momento puede salir el mejor retrato de ti mismo, puedes encontrar el mejor paisaje que llene el lienzo inicialmente blanco. Sigues y llevas contigo la paleta de pintor de caminos para no perder el momento de dibujar las mejores formas ya sean formas reales o formas abstractas. Aun con la desilusión acechando, continuas día a día quemando tus ansias de corredor, pues tus sueños pueden de improviso tomar color, llenarse de matices, y en ese mismo instante sabrás combinar los colores adecuados para encontrar la mezcla idónea que hará tu estado de forma impecable; y hallarás así el más bello cromatismo para una carrera impoluta.
Te concentras en tu obra para que no quede inacabada y al final poner tu firma con orgullo, el orgullo de haber dado todo lo que llevas dentro sin dejar nada en el pincel, sin pensar que con tu carrera acabada se va tu inspiración y con el convencimiento de que siempre serás capaz de firmar otras obras que serán hermosas para ti, pues tu musa siempre te acompañará dando alas a tu imaginación.
Enmarcas tus carreras dibujadas entrenamiento a entrenamiento, con tonos que llevaron a tus piernas a conseguir el cuadro perfecto.
Y extasiada ante ese cuadro, puro derroche de ilusión, te pregunto cómo lo hiciste, cuál fue la musa de tu inspiración:
Psssch…tengo un secreto, un pensamiento inspirador, que no puedo desvelar porque descubriría el misterio y acabaría el embrujo. Pero a ti te contaré, porque sé que me comprendes, que VIVO PARA EL ARTE…PARA EL ARTE DE CORRER.
Continuará…
 
 
Aurora Pérez (Publicado en Runner's World -Noviembre-2008)



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